10 minutos
1 Persona
Tiempo total:
15 Minutos
• 1 taza de yogur griego o natural • 2 cucharadas de semillas de chía • 1 cucharadita de miel o stevia (opcional, dependiendo del dulzor que prefieras) • 1/2 taza de frutas frescas (como fresas, plátano, arándanos o mango) • 1/4 de taza de granola (opcional, para darle un toque crujiente) • 1 cucharada de frutos secos (nueces, almendras o avellanas) (opcional).
Comienza colocando el yogur en un tazón grande o en un bowl. Agrega las semillas de chía y mezcla bien para que se distribuyan uniformemente en el yogur. Si prefieres que las semillas de chía absorban el líquido, puedes dejar reposar la mezcla en el refrigerador durante unos 10-15 minutos para que se hidraten y se vuelvan gelatinosas. Mientras tanto, lava y corta las frutas frescas en trozos pequeños (por ejemplo, plátano, fresas, arándanos o mango). Una vez que el yogur esté listo, agrega las frutas cortadas por encima del yogur, luego agrega la granola, los frutos secos. Si te gusta más dulce, puedes rociar un poco de miel o stevia por encima. ¡Listo! Ahora tienes un delicioso y nutritivo bowl de yogur con chía, perfecto para el desayuno, un snack o incluso como postre.